Hace unos años empezamos a oír un nuevo palabro que pronto empezó a estar en boca de todo el mundo: Aerotermia. Enseguida pasó a ser el juguete preferido de todo el mundo como solución para climatización y producción de ACS. Ingenieros, arquitectos, instaladores… todo el mundo hablaba de esta «nueva» tecnología como la solución universal para todos los proyectos. Bien es cierto que los más veteranos del lugar la miraban con recelo, opinando que no era más que una versión más cara y «con mucha electrónica que si se rompe y hay que cambiar vale más que la máquina» de las bomba de calor de toda la vida.

Pronto comenzó a desterrar de las viviendas los equipos de energía solar térmica al pasar a considerarse una tecnología renovable y con la llegada de gases como el R290 que alcanzan mayor temperatura de impulsión del agua, comenzaron a arrinconar también a las caldera de gas.

 

caldera                       solar térmica

 

Pero como todas las modas de este Siglo XXI, padece del mismo mal: una irrupción en el mercado espectacular, un crecimiento meteórico y exponencial y ¿un declive demasiado temprano?.

Empezaron a adoptarse como única solución posible en multitud de proyectos y pasados unos años surgen problemas que nadie previó:

  • Viviendas con perfil de demanda XL en ACS donde la aerotermia pasa horas recuperando temperatura en el depósito sin poder ofrecer refrigeración.
  • Elementos terminales (fancoils) cuyas prestaciones en zonas con alta humedad están muy lejos de la rapidez y temperaturas que el cliente demanda.
  • Edificios terciarios donde la tecnología utilizada no alcanza el mínimo de temperatura exigida por normativa poniendo el sistema completo en peligro ante la legionella.
  • Bloques de vivienda donde antes había calderas de gas murales que fueron sustituidas por aerotermia cuya reposición no pueden afrontar los usuarios por su coste.

La aerotermia es una solución eficiente y muy válida en según qué proyectos, pero ni es la única ni es siempre la mejor. Muchas veces, es parte de la mejor solución, hibridada con otras tecnologías. Probablemente es mejor solución hibridar una aerotermia con solar térmica para producir ACS en un hotel ya que el clima que tenemos nos dará de forma gratuita muchos meses al año la energía que requerimos sin acortar la vida útil de los compresores trabajando 24h al día. Seguramente, sea siempre mejor separar la producción de ACS de la de clima dado que sus perfiles de demanda no coinciden. Con toda certeza, los clientes sentirán como más confortable una instalación de expansión directa para refrigeración dejando la aerotermia para la producción de ACS y quizás el suelo radiante.