Hace unos días, el Parlamento y el Consejo Europeo alcanzaron un acuerdo sobre el Reglamento de gases fluorados (F-Gas) que reducirá el uso de los mismos de manera progresiva hasta 2050 en equipos de aire acondicionado y bombas de calor. Dicho acuerdo deberá ser sometido a votación final en el Parlamento Europeo el próximo 20 de Noviembre.

Uno de los puntos destacados es la eliminación completa del consumo de hidrofluorocarbonos (HFC) establecida por la Unión Europea para 2050. Otra de las principales consecuencias para el sector HVAC es la prohibición total de los gases fluorados en bombas de calor monobloc pequeñas (<12kW) y equipos de aire acondicionado que contengan gases fluorados con un PCA (potencial de calentamiento atmosférico) de al menos 150 a partir del año 2027 y una eliminación completa para 2032.

Estos cambios abocan al final de la vida a gases tan utilizados en la actualidad en el sector como el R-32 (gas del tipo HFC puro con PCA 675) o el R-134a (HFC con PCA 1430) potenciando el papel de otros como el R-290 (con PCA 3), más amigable con el medio ambiente al no contener cloro ni flúor y muy eficiente, pero con el inconveniente principal de ser inflamable lo que le conlleva limitaciones normativas en cuanto a la cantidad máxima admitida del mismo en los equipos de climatización y producción de ACS y al transporte de los mismos.

Ante este panorama, se presenta una magnífica oportunidad para otro refrigerante: el R-515B del que vamos a presentar algunas de sus características destacadas. Se trata de una mezcla azeotrópica, binaria, compuesta por un 91,1% de gas R-1234ze (perteneciente al grupo HFO de gases refrigerantes hidrofluoroolefinas considerados la 4ª generación de gases fluorados) y un 8,9% de gas R-227ea (igualmente perteneciente al grupo de los HFO). El R-515B fue incluido en la relación de refrigerantes autorizados por el Reglamento de instalaciones frigoríficas mediante resolución del 28 de Octubre de 2022 y publicado en el BOE del 8 de Noviembre de 2022.

Diagrama Mollier R515b

Entre sus principales ventajas frente a otros como el R-290, destaca su no inflamabilidad. Su eficiencia es equivalente a la del R-134a si bien su temperatura descarga es mucho más baja por lo que se presenta como un reemplazo ideal para éste. Igualmente, presentan un deslizamiento cero y tiene un punto crítico más alto de temperatura en comparación con R-134a lo que significa que puede alcanzar mayor temperatura de salida del agua cuando trabaja en sistemas de bomba de calor. Estas características lo hacen una opción súper interesante para bombas de calor diseñadas para producción de ACS al poder alcanzar temperaturas de impulsión superiores a 80ºC con un rendimiento elevado.